¿Qué es?
La radiofrecuencia facial o corporal es un tratamiento de medicina estética que consiste en administrar calor a los tejidos internos del cuerpo, con varios efectos. Su aplicación Incrementa la temperatura de la dermis profunda y la hipodermis en 3-5cm, mejora la función celular, la circulación de la sangre, alivia el dolor y aumenta la regeneración del colágeno.
A nivel de la dermis, el aumento de la temperatura en las capas profundas tiene un efecto tensado de la misma, a la vez que produce una mayor acumulación de colágeno. En la grasa subcutánea tiene efecto lipolítico, además del efecto tensor anterior.
La radiofrecuencia tiene resultados no sólo de mejora de la calidad de la piel, también trata las piles apagadas, con cicatrices y flacidez.
¿Cómo funciona?
El tratamiento de medicina estética con radiofrecuencia se realiza en sesiones separadas unas tres semanas entre sí. El efecto, a pesar de ser visible desde la primera sesión, se va haciendo acumulativo, para encontrar el efecto máximo en 4 a 6 sesiones.
Tras alcanzar el efecto deseado, se deben hacer sesiones de recuerdo, que dependiendo del tipo de piel pueden ser desde una cada tres meses hasta una al año.
Con la radiofrecuencia conseguimos tensar la piel muchas veces lo justo como para que sea innecesaria una intervención quirúrgica. En otras ocasiones, aunque una intervención pudiera proporcionar mejores resultados, se opta por la radiofrecuencia por ser un tratamiento más conservador y sin los riesgos de una intervención. Por último, también se usa como complemento a una cirugía, como por ejemplo en el postoperatorio de la liposucción, para mejorar la retracción cutánea. La radiofrecuencia tiene efectos muy buenos también a nivel de la cara, donde evita muchos liftings en casos de exceso de piel moderado.